Amerizaje del Douglas DC-3 de Spantax en la costa de "El Sauzal" Tenerife.
Islas Canarias (16/9/1966)
¡DONDE LOS PESCADORES Y POR SUPUESTO EL PILOTO Y LA VALIENTE TRIPULACIÓN FUERON LOS HÉROES DE AQUELLA TRAGEDIA!.
https://www.tagoror.es/actualidad/50-aniversario-del-amerizaje-del-douglas-dc-3-de-spantax-en-la-costa-de-el-sauzal.html
Un avión de la compañía Spantax (un Douglas DC-3, con matrícula EC-ACX) despegó pasadas las 8:20 horas del viernes 16 de septiembre de 1966 del Aeropuerto de Los Rodeos con destino a La Palma. Pero se acabó dando la peor emergencia que podía producirse en el DC-3 o en cualquiera de los modernos turbohélices: El ambalamiento de uno de los ¿turbohelices?. ¡Yo no tengo nada claro que los motores de aquel Douglas DC3 fueran turbohelices y en todo caso si eran los famosos motores de pistones Pratt&Whitney R-1830 como Ingeniero Mecánico puedo asegurar que no se pudo embalar, esto pasa en los Diésel, o pasaba cuando no tenían Regulador! ¡¡VAMOS QUE NO!! este fenómeno se producía en los motores de ciclo Diésel por retroalimentación Y SIN REGULADOR.
¡Aquí tenemos al Douglas DC3 matricula EC-ACX que descansa bajo el mar en Tenerife! Para mi son motores de pistones y no turbohelices.
Los aviónes Douglas DC-3 miden 28,95 metros de envergadura, 19,63 metros de longitud y 5,15 metros de altura máxima. La superficie alar es de 91,7 m². Propulsado por dos motores de pistones Pratt & Whitney R-1830, con una potencia unitaria de 1.200 caballos. Velocidad máxima: 346 km/h; velocidad crucero: 296 km/h y velocidad mínima: 108 km/h. Techo práctico: 7.100 m. Autonomía: 2.560 km. Peso máximo al despegue: 11.441 kg; peso en vacío: 7.657 kg. Pasajeros: 21/28.
Antes de que los pescadores tuviesen que intervenir, aquel 16 de septiembre las cosas se habían complicado sobremanera. Al embalamiento de la hélice se unió la presencia de nubes y el emplazamiento entre montañas del aeródromo lagunero. El avión era un buen modelo, pero la circunstancia que se estaba produciendo impedía que volase. Entonces, el comandante comunicó a los pasajeros lo que ocurría y les pidió que se colocasen los chalecos salvavidas.
“Además de la dificultad de las nubes y de no chocar contra las montañas y otros obstáculos, tuvieron la suerte de que ese día estaba el mar como un plato y los pescadores trabajaban en esa zona. Porque como decía uno de ellos: 'Si el mar llega a estar malo, allí no hubiera habido nadie”. La afirmación es de Jesús Miguel Piñero, piloto profesional, asesor histórico del documental y gran entendido en aviación. Según explica, este no ha sido el único amerizaje acaecido en el Archipiélago, sino que también se han dado otras caídas controladas al mar, especialmente de avionetas, así como la de un avión militar del que se salvaron todos sus ocupantes.
En el caso de El Sauzal sí que falleció un pasajero. Se llamaba Fernando Izquierdo y era de La Victoria. Ejercía allí como juez de paz y años antes había tenido responsabilidades políticas: fue alcalde. La intensidad del momento lo inmovilizó hasta el punto de que se aferró a la puerta de la aeronave y no la soltaba. Se acabó hundiendo con el avión mientras el piloto hacía lo posible por salvarlo. El nombre del comandante era Eugenio Maldonado, a quien, lejos de ser reconocido como un héroe por las autoridades militares de la época, ¡lo ocurrido con Izquierdo estuvo a punto de costarle la vida!. Y es que la Ley Penal y Procesal de Navegación establecía pena de muerte para él si el pasajero hubiese sufrido un ahogamiento. Sin embargo, la autopsia determinó que le había dado un infarto.
¡IGUAL QUE EL COSTA CONCORDIA!
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