ACCIDENTE DE UN CARAVELLE VIR DE LA COMPAÑIA IBERIA EN IBIZA.
El 7 de enero de 1972, hace 45 años, el vuelo 602 de la compañía Iberia se estrelló en la zona de Sas Roques Altes, junto a sa Talaia de Sant Josep. Murieron más de cien personas, de las que 26 procedían de Algemesí. Eran en su mayoría trabajadores de la construcción que buscaban su futuro en la pujante Ibiza del turismo.
El 7 de enero de 1972, el avión Caravelle EC-ATV de la compañía Iberia procedente de Madrid realizaba una parada en el aeropuerto de Valencia para llenar sus últimas plazas disponibles y emprender su último tramo de viaje hacia Ibiza. Sin embargo, cuando el piloto se disponía a realizar la maniobra de aterrizaje, el avión chocó contra la zona montañosa de ses Roques Altes, en la costa de Sant Josep. El accidente acabó con la vida de todos sus ocupantes. En total, 104 personas fallecieron, entre tripulación y pasajeros.
Según informaciones recogidas en círculos allegados al aeropuerto de Ibiza, la última llamada efectuada por la tripulación del avión siniestrado fue realizada a las doce y cuarto. La tripulación pidió permiso para descender a 5500 pies de altura. Sobrevolaba en ese momento la isla Conejera. El piloto dijo "preparad una cerveza que ya estamos", la torre de control dio el permiso para descender y se cree que el aparato se encontró con la montaña, ¿¿seguramente?? debido a un error del altímetro.
El aparato no chocó de proa, ya que esta parte es la que se encontró mejor conservada. Sin embargo la cola y el centro estaban totalmente destrozados. Se supone que el piloto al observar la presencia del obstáculo intentó elevarse de nuevo.
Entre el personal del aeropuerto se comentó que precisamente esa zona de la isla era la única que en aquellos momentos tenía poca visibilidad.
Paquita Esteve fue una de las dos vecinas que lograron trasladar el cuerpo de su difunto marido, Francisco Borrás, aunque tuvo que esperar un año para poder hacerlo. Su marido era un tallista que había montado un taller junto con un grupo de amigos. Paquita recuerda hoy la dura situación que tuvo que atravesar cuando quedó viuda a cargo de tres hijos. «Mi marido se fue a las 10 de la mañana de casa, bajé a despedirlo y a las dos horas me enteré de lo que había sucedido», cuenta esta vecina de la localidad.
El lugar del accidente en ses Roques Altes lo ocupa hoy una capilla que recuerda a todas las víctimas del avión, acompañada por dos placas con los nombres de los 104 fallecidos. Después de 45 años, Algemesí carece de algún monumento o edificación que recuerde a las víctimas, por lo que Més Algemesí ha reclamado al Consistorio la construcción de un monolito conmemorativo.
Desde mi punto de vista el mejor monumento es la puesta de Sol de cada tarde en nuestra maravillosa Isla.
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