lunes, 19 de noviembre de 2018

Una tragedia cerró el circuito de Montjuïc de FORMULA 1 en el año 1975





La tragedia en Formula 1 en el circuito de Montjuïch (1975)

 En el Gran Premio de España de Fórmula 1 de 1975. El último de la historia disputado en un circuito urbano en España hasta que se inaugurara el de Valencia




  • El Lola de Rolf Stonmelen voló en el rasante y fue a caer sobre el público "Cuatro muertos y diez heridos fue el trágico balance del accidente". Aquella misma tarde Salvador Fabregas, presidente del RACC, tomó la decisión de no organizar ninguna carrera más en la ‘Montaña del motor’
  • "cuatro personas fallecen al instante: un periodista, un bombero y dos comisarios. Más tarde, una quinta víctima fallecería en el hospital"




Hoy hace 40 años que el mítico Montjuic finalizó de forma trágica su historia como circuito automovilístico. Fue el 27 de abril de 1975 cuando Rolf Stonmelen, al volante de un Embassy Hill salió volando en el rasante del Estadio al perder el alerón trasero y fue caer sobre un puesto de control donde había algunos periodistas y los espectadores. El resultado fue escalofriante: cuatro muertos y diez heridos graves, además del propio piloto, que sufrió siete fracturas.

Fue una tragedia en cierta forma anunciada de un fin de semana sumido en un caos. El jueves, los pilotos se negaron a correr aduciendo problemas de seguridad tras revisar las protecciones. Por la noche, trabajo ingente del personal de montaje del circuito y un centenar largo de voluntarios –en su mayoría los mismos controles de pista– reapretando los raíles, colocando las tuercas que en algún lugar parecían faltar e incluso colocando más raíl y vallas en algunos puntos.






Fittipaldi se niega a correr 
Pese a las amenazas, Emerson Fittipaldi, uno de los pilotos más concienciados y que más luchó para mejorar las condiciones de seguridad de los pilotos en su época, se negó a participar en la clasificatoria del sábado. En declaraciones para Televisión Española, el campeón brasileño expresó su malestar ante la situación, después de encontrar remaches rotos y una serie de deficiencias en la seguridad: "Nosotros no tenemos ningún problema con el circuito. Simplemente el circuito no cumple con las especificaciones de la FIA. Todos los guardarraíles están mal instalados". Pero para evitar castigos posteriores, salió a la pista, dio una vuelta y regresó a boxes sin la más mínima intención de marcar un tiempo competitivo. Eso sí, para la carrera ni siquiera vistió el mono. Lo tenía bien claro. No así Niki Lauda, que consiguió la primera posición en la parrilla, seguido de Clay Regazzoni, que completó el doblete de Ferrari. La noche del sábado al domingo estuvo cargada de tensión y sentimientos encontrados. El domingo por la mañana, pese a todo,los aficionados, bastante ajenos a toda esta política y lucha interna, se agolpaban en las gradas improvisadas, alrededor de las vallas y sobre el mobiliario urbano del maldito trazado. Su pasión, ilusión y emoción cargaban el ambiente y dieron color a una jornada que sólo debió teñirse de deporte. Pero, desgraciadamente, no fue así. 





















martes, 13 de noviembre de 2018

Choque de AERONAVES ESPAÑOLAS (IBERIA - SPANTAX) sobre Nantes. MARZO 1973





Choque de  AERONAVES  IBERIA - SPANTAX sobre Nantes (Francia).
5 MARZO 1973


Fuente:
https://www.avjk5022.com/vuelosIB504BX400

El 5 de Marzo de 1973 el vuelo IB-504 de Iberia, un DC-9 matrícula EC-BII, despegó de Palma de Mallorca a las 11:24h con destino Londres, con 61 pasajeros y 7 tripulantes. Ese mismo día desde Madrid despego el vuelo chárter BX-400 de Spantax, un Convair 990 Coronado matrícula EC-BJC, con el mismo destino, Londres, con 99 pasajeros y 8 tripulantes.
Las condiciones de visibilidad sobre Nantes eran malas, eso unido a la reciente huelga de controladores que sufría Francia que llevó a los militares ocupasen los puestos de los civiles, lo que se conoció como el plan “Clément Marot”, propició, según se demostró en sede judicial posteriormente, que las dos aeronaves chocaran en el aire a las 12:52h.
Desgraciadamente el IB504 se estrelló segundos después, pereciendo todas las personas que viajaban a bordo. En cambio el BX400 tras un brusco descenso como consecuencia del impacto, voló 27 minutos hasta que, guiado por un avión militar francés, aterrizó de emergencia en el aeropuerto militar de Cognac, 160 kilómetros al sur del lugar del accidente.

El vuelo de Iberia llevaba a varias personalidades de Mallorca, por lo que el siniestro causó gran conmoción en la población.

El informe que realizaron las autoridades aeronáuticas francesas indica que todas las partes implicadas fueron causantes del siniestro, el control aéreo, los pilotos y las malas condiciones de comunicación por radio. Por lo que no se entendieron entre ellos los pilotos y el controlador. El comandante del BX400, ante la falta de indicaciones el control, decidió girar para no perder tiempo, como resultado interfirió en la trayectoria del IB502.
Las dos compañías tuvieron muy claro desde el principio que el error había estado en los improvisados controladores franceses. El Consejo de Estado francés (equivalente al Tribunal Supremo español en cuestiones administrativas) acabaría por darles la razón. La primera sentencia, del 1 de julio de 1980, culpó en un 85% al Estado francés y en un 15% a Spantax.
Tras un nuevo recurso, la sentencia definitiva llegó el 26 de julio de 1982. El tribunal consideró que el sector de control aéreo de Mont-de-Marsan era totalmente responsable y que había cometido tres faltas graves: 'Haber asignado un nivel de vuelo idéntico a los dos aviones que convergían hacia la baliza de Nantes; haber transmitido al piloto del Coronado instrucciones que no eran ejecutables, y haber invitado con retraso al piloto a pasar a la frecuencia de Brest'.

 

El resultado de la colisión en vuelo fue de 68 fallecidos, todas las personas que viajaban en el avión de Iberia, entre los que se encontraban 12 mallorquines. Los ocupantes del avión de Spantax, gracias entre otras cosas a la pericia de su comandante , salvaron la vida. El avión consiguió tomar tierra con cinco metros menos de ala, en una base militar francesa a 175 kilómetros del accidente.

ESTADO del PLANO DEL CORONADO DE SPANTAX

El informe de la Comisión investigadora precisa que, «cuando dos aviones convergen sobre un punto de radio baliza, es el controlador quien debe tenerlo en cuenta para asegurar una separación vertical». Este era el caso del «Convair» (vuelo BX 400) y el «DC-9» (vuelo .IB 504), que volaban al nivel 290 y debían llegar a la vertical de la baliza de Nantes con poco intervalo de separación: trece horas (local) para el «Coronado» y 12,52 para el «DC-9», lo que está en contradicción con los Reglamentos que prevén una separación de diez minutos como mínimo.

lunes, 5 de noviembre de 2018

Atentado contra la Central eléctrica de Puertomingalvo, Teruel (POR UNA PARTIDA DE BANDOLEROS) 1946





Voladura de la central eléctrica de Puertomingalvo, 
Teruel, el 7 de junio de 1946


POR LO MENOS ESTE ACTO NO PRODUCE MUERTES DE GENTES INOCENTES. 





ATENTADO AL TREN Expreso Barcelona-Madrid, ¿MAS DOLOR PARA LA GENTES HUMILDES DE ESPAÑA? 1949





La catástrofe de "Els Guiamets"
Otro Atentado de los Bandoleros del PCE.
1949

ENTRE "ELS GUIAMETS" Y MORA LA NOVA

SE BUSCO EL BARRANCO DE UNOS 70 METROS PARA HACER UNA CARNICERÍA PARECIDA AL INFIERNO, DE NOCHE Y CON BASTANTE FRIÓ.






FUENTE: La Vanguardia.

Pasaban quince minutos de las diez de la noche del sábado 12 de febrero de 1949 cuando el tren expreso Barcelona-Madrid descarrilaba entre las estaciones de Els Guiamets y Mora la Nova,en la provincia de Tarragona.  Seis minutos después de abandonar la estación de Els Guiamets, en pleno descenso hacía la estación de Mora la Nova, la locomotora del tren se salió de los raíles en la pronunciada curva del kilómetro 536,6. Circuló por inercia unas decenas de metros sobre la tierra y se detuvo en seco, por lo que los vagones posteriores se precipitaron sobre ella, saliendo disparadas las unidades centrales que se precipitaron por un terraplén hacía el fondo del valle de la riera de Asmat

El primer balance provisional fue de 27 muertos y más de 60 heridos. En los días posteriores el número de fallecidos ascendió a 31 y casi 100 heridos, aunque estudios más recientes elevan la cifra de muertos a 40. Entre ellos, un comerciante estadounidense, Philiph Lieberman, y dos ciudadanos ingleses.

En aquellos años de posguerra eran frecuentes los accidentes ocasionados por salidas de vía y por el mal estado de los convoyes. Sin tener que remontarse muy atrás, en enero de 1944 hubo dos grandes accidentes ferroviarios que fueron silenciados por la censura franquista: el día 4, un doble choque entre un tren de pasajeros, otro de mercancías y una locomotora en Torre de BierzoLeón, causó oficialmente 78 muertos, pero informes más rigurosos creen que pudo haber entre 150 y 250. Una semana más tarde, el día 11, en la estación de ArévaloÁvila, chocaron un tren correo y otro de pasajeros, muriendo 41 personas. Como en el siniestro anterior, el gobierno ocultó por completo el accidente y sólo un diario abulense fue autorizado a publicar una pequeña crónica.

En la catástrofe de Els Guiamets, la policía rápidamente calificó la catástrofe de sabotaje, al considerar que los raíles de la vía habían sido desplazados intencionadamente. Tornillos, arandelas y tirafondos habían sido extraídos y abandonados al lado de las vías. La autoría fue atribuida a la “criminalidad roja”, culpando inmediatamente a un comando comunista proveniente de Francia. Los periódicos publicaron noticias sobre el sabotaje y los funerales durante unos días; también el No-Do del 21 de febrero calificó el accidente de criminal atentado. Después el mutismo de la prensa fue absoluto. Una situación nada extraña, pues las autoridades franquistas no sólo silenciaban catástrofes sino especialmente las operaciones del maquis. Cuando, excepcionalmente, se dejaba publicar noticias sobre las acciones más destructivas, los guerrilleros eran presentados como simples bandoleros o banda de atracadores. 

Los grupos antifranquistas españoles que operaban desde Francia negaron su implicación en el suceso y Mundo Obrero , órgano de prensa del Partido Comunista de España, en su número del 17 de febrero, negó que la guerrilla comunista fuera la autora del descarrilamiento y atribuyó al mal estado de las vías férreas la causa del accidente. ¡ES CURIOSO DESPUÉS DE MATAR TANTA GENTE HUMILDE LO NIEGAN ¿Para que tanto Dolor hijos de Stalín?.

No se debe de olvidar que tras el fracaso de la invasión pirenaica de 1944, el trienio 1945-1947 fue el apogeo de la resistencia armada en España, especialmente protagonizada por el PCE. La práctica guerrillera se centró en los sabotajes de vías férreas, líneas y pequeñas centrales eléctricas o empresas mineras - la más espectacular fue la voladura de la central eléctrica de Puertomingalvo, Teruel, el 7 de junio de 1946-. Pero a partir de finales de 1947, el maquis comenzó a ser desarticulado mediante una política de acoso y exterminio sistemático de sus enlaces y apoyos en la población.

Tomás Cossias describió años mas tarde el ATENTADO TERRORISTA:


SE BUSCO EL BARRANCO DE UNOS 70 METROS PARA HACER UNA CARNICERIA PARECIDA AL INFIERNO, DE NOCHE Y CON BASTANTE FRIÓ.

Mas premeditación imposible. Y de nuevo gentes humildes agonizando por ORDENES DE STALIN.  






DESASTRE DE TRENES EN TORRE DEL BIERZO 1944 (El siniestro más trágico de la historia del ferrocarril en España) ¿OTRO ACCIDENTE POR QUEDARSE SIN FRENOS?





ACCIDENTE CH/1-20/1944
RENFE

TORRE DEL BIERZO 1944

El siniestro más trágico de la historia del ferrocarril en España y del MUNDO.





Colisionaron dentro del túnel número 20 de la línea Palencia-La Coruña -hoy en día, desmantelado- un tren correo, una locomotora en maniobras y un tren de mercancías








¡Señores de Treneando, ¡SABOTAJE no puede ser!. Quedarse sin Frenos es era muy habitual en aquellos años, incluso hoy en día en los TRENES, los Señores Maquinistas saben muy bien frenar con la zapatilla!.

FUENTE:

https://treneando.com/2014/01/03/el-luto-tine-de-negro-torre-del-bierzo-que-recuerda-hoy-la-mayor-tragedia-del-ferrocarril-espanol/


El 3 de enero de 1944que ha pasado a los anales como el siniestro más trágico de la historia del ferrocarril en España. Amortiguado por el franquismo, que incluso en los primeros días de la tragedia llegó a hablar de sabotaje, el registro de Renfe reconoce la muerte de 78 personas, aunque los investigadores sitúan en cerca de 200 el número de fallecidos. (Nunca los 500 ni mucho menos los 800 que llega a inscribir el Guinnes en su macabro registro).






Tal y como relata en su escrito Fernando Fernández Sanz, el accidente ocurrió cuando colisionaron dentro del túnel número 20 de la línea Palencia-La Coruña -hoy en día, desmantelado- un tren correo, una locomotora en maniobras y un tren de mercancías. El número oficial de víctimas mortales ascendió a 78 según la autoridad judicial, pero siempre se ha sospechado que el régimen franquista ocultó la magnitud real del siniestro. Documentos posteriores elevaron la cifra a 200 fallecidos, pero hay quien sostiene un saldo más alarmante, muy exagerado, de hasta 500 u 800, que la leyenda popular sigue sosteniendo amparándose en que los coches iban atestados de viajeros.


El correo-expreso de Galicia, número 421, llegaba con retraso. Cuando hizo su entrada en Astorga pasado el mediodía, superaba las dos horas de demora sobre el horario oficial. Venía remolcado por dos locomotoras, la titular número 4532 (serie que correspondía a la antigua compañía del Norte; la numeración de Renfe no figuraba aún en la placa) y la 240-2423 (precisamente denominada por los ferroviarios como ‘las Renfe’ porque fueron las primeras en recibir la numeración de la nueva compañía). Esta última había sido añadida al convoy de doce coches y un total de 436 toneladas para reforzar la tracción, según los informes oficiales, aunque testigos del accidente indican que se hizo “porque el tren no parecía ir bien de freno”. Tuvo que ser desenganchada en La Granja, cuando al revisar los mecanismos se comprobó que llevaba una caja de engrase caliente.



El viaje se reanudó con una sola máquina. Cuesta abajo, en una de las pendientes más pronunciadas de todo el recorrido, pronto ganó velocidad. Cuando el maquinista quiso parar en la estación de Albares, comprobó que no podía frenarlo (TODO MUY NORMAL PARA TODO EL MUNDO ¡ME DA HASTA VERGUENZA!). El reloj marcaba las 13.10 horas. El jefe de estación, aterrado al ver que el tren no había parado e iba a una velocidad excesiva, telefoneó a la siguiente estación – Torre del Bierzo -, situada a 5 kilómetros, anunciando que el 421 bajaba sin frenos.

Cuentan que se intentaron colocar traviesas en la vía para intentar frenarlo. No habían pasado cinco minutos cuando el correo entraba en agujas. La locomotora lanzaba una gran columna de vapor por su chimenea y su silbato sonaba insistentemente; una inequívoca señal de alarma. En su rápida marcha, pasó como una exhalación por la estación. Y así continuó hasta entrar en el túnel número 20, conocido también como Peña Callada y situado a la salida de Torre, en cuyo interior se encontraba la locomotora 4421 haciendo maniobra con tres vagones, que, al percatarse del peligro, intentó alejarse de la zona.
El maquinista cambió la dirección de la marcha y se dirigió hacia la salida. No le dio tiempo a ir más lejos. Le alcanzó el correo. El choque fue brutal. Se desengancharon y tumbaron los dos últimos vagones que quedaron dentro del túnel, mientras la máquina 4421 y el otro vagón aún avanzaron unos 300 metros por la vía. A su vez, la locomotora del correo y otros 6 coches descarrilaron formando dentro del túnel un amasijo de hierros y maderas que de inmediato comenzaron a arder. Los vehículos afectados, aparte de la locomotora 4532, fueron según su colocación en el tren, el furgón de equipajes, los dos coches correos, un primera (AA 627), un primera-bar (AAR 604) y un mixto de primera y segunda (AAB 654); y fuera del túnel quedaron cinco terceras (CC 697, 641, 675, 2078, 2041) y el coche pagador que iba en último lugar.
El azar fue incluso más cruel. Como en las tragedias griegas, quedaba un segundo acto. Aún iba a producirse otro feroz impacto. En la estación de Torre, el correo 421 debía cruzarse con un mercancías que transportaba carbón y que iba remolcado por ‘la Santa Fe 5001‘. Llevaba 27 vagones cargados y un furgón; en total 747 toneladas. Debían haberse cruzado en Bembibre, pero los problemas con ‘el correo’ aconsejaron hacerlo en Torre. El jefe de estación ordenó la salida del convoy sin percatarse de lo que sucedía un poco más arriba. La ‘Santa Fe’ cogió pronto su marcha y, al avistar abierto el disco avanzado de Torre, el fogonero aprovechó para meter en el hogar algunas paladas más de carbón para hacer alarde de poderío.
El maquinista del 4421 corría hacia ellos para advertirles del peligro y les hacía señas para que detuvieran la marcha. La pareja de la ‘Santa Fe’ advirtió por fin los gestos de alto que hacía con las manos el ferroviario, mientras corría hacia ellos vía adelante. El fogonero sellaba de golpe la puerta de la caja de fuego, mientras su inseparable compañero cerraba el regulador, apretaba el freno y con los pies accionaba la palanca del cambio de marcha.
La velocidad que llevaban hacía imposible la detención a tiempo de evitar el impacto. La 4421 había quedado fuera del túnel tras ser embestida por el correo. El impacto fue terrible. La ‘Santa Fe’ y la máquina de maniobras descarrilaron por el brutal choque, mientras los vagones y el furgón del tren de mercancías situados en los primeros lugares volcaban y se amontonaban en la vía. El silbato de una de las locomotoras heridas de muerte sonó atronador de forma ininterrumpida hasta que se agotó el vapor de la caldera.
En el interior del túnel, se vivía un auténtico infierno. De los doce coches que llevaba la composición del correo 421, cinco habían quedado dentro y alguno habla comenzado a arder, como ponía de manifiesto el humo que empezaba a salir del interior. Los heridos lanzaban gritos desgarradores, y el nerviosismo y el desconcierto reinaban entre los que intentaban ayudarles. Decenas de personas empezaron a acudir desde el pueblo, donde la noticia del desastre corrió como la pólvora. Los improvisados equipos de socorro intentaron ayudar, pero con escasos medios y sus desnudas manos. Rompieron las tuberías de los depósitos de agua que se encontraban encima del túnel con la intención de sofocar el fuego. La maniobra permitió penetrar un poco en el interior, pero el fuego era ya voraz y lo consumía todo. Aún continuó durante tres días.
El Juzgado de Ponferrada levantó acta de lo sucedido y procedió a la identificación de los cadáveres. Se contabilizaban 58 cuerpos, de ellos 53 correspondientes al tren correo y 5 a consecuencia del segundo choque del mercancías. Posteriormente, tras las comparecencias y reclamaciones, Renfe admitió la cifra de 78 muertos y 75 heridos.
¿Pero realmente cuántas personas murieron en el accidente de Torre del Bierzo? Nunca se ha podido esclarecer este punto. Todos los testimonios de supervivientes coinciden en que el convoy, formado por diez coches, iba hasta los topes. El inglés John Marshall, autor del libro ‘Rail facts and feats’ , abre un abanico de entre 500 y 800 muertos, y lo sitúa como el tercer accidente ferroviario con más víctimas del mundo. Pero no cita fuente oficial o extraoficial alguna. Dentro del túnel solo quedaron el furgón, dos coches-correo, un coche de primera clase y un coche primera bar (que fueron los que ardieron), y un mixto de primera y segunda que quedó en la boca de la galería y del que se pudo rescatar a los heridos. En el furgón y en los coches-correo, solo iban los ferroviarios de servicio; como mucho 10 personas. En cuanto a los dos coches de viajeros que ardieron, iban al completo, con gente en los pasillos y en las plataformas por ser día de regreso de las vacaciones de Navidad; aunque por sus características y capacidad no podían llevar más de 200 a 250 viajeros.
Después de una información de alcance servida por una de las agencias oficiales, los periódicos no volvieron a tratar el asunto; salvo los medios locales de León. El accidente había puesto en evidencia la deficiente situación de los ferrocarriles españoles. Y no era conveniente que se aireara demasiado. Sólo ocho días después de la catástrofe, otro accidente ferroviario en Arévalo (Avila) se cobró la vida de 41 personas. El 25 de ese mismo mes, un tercer siniestro en Olabeaga (Bizkaia) se saldó con un muerto. Las deficiencias en las vías y en el material eran más que evidentes.
(Este texto forma parte de un reportaje más amplio publicado en El Correo de Bilbao en agosto de 2013. La infografía es de Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras y Beatriz Arbona. La fotografía es de Adelino Ardura Suárez)






Y CON ESTOS ANTECEDENTES TODAVÍA HAY QUIEN CREE QUE ES FÁCIL QUEDARSE SIN FRENOS EN UN TREN. 



El 3 de  enero de 1944 se produjo en León, uno de los mayores accidentes ferroviarios de la historia. En el interior de un túnel, colisionaron un tren correo, una locomotora en maniobras y un tren de mercancías. Un terrible desastre que se sale de lo normal porque tres días antes un extraño revisor, al que nadie conocía y que ningún testigo pudo ver bien su rostro,  anunció la tragedia.

El impacto fue brutal, y los vagones llenos de personas del interior del túnel se convirtieron en un infierno de fuego debido al choque y al fuego de las calderas, quemando vivos a los pasajeros y haciendo que las armas de los soldados se disparasen por el fuego en una escena dantesca. Otros testigos también afirmaron que no solo se dispararon por accidente, y es que muchos pasajeros al verse rodeados de llamas prefirieron quitarse la vida..


Pablo Herrero, un ciudadano muy respetado de la localidad de Astorga, el 9 de Enero fue a la guardia civil y declaró que el 31 de diciembre, 3 días antes de la tragedia, se montó en ese mismo tren  en la estación de Valladolid, y allí se subió un extraño revisor con su capote ferroviario y una cesta en la mano,  se colocó delante de los pasajeros y les dijo sin más ,que se había producido un accidente muy grave en los túneles de Torre del Bierzo y había muerto mucha gente que se dirigía a Galicia. Tras decir esto, dio media vuelta y se bajó del tren. Nadie lo volvió a ver por el andén, y los responsables de la estación no supieron decir que extraño personaje había anunciado el desastre 3 días antes.
Tras la declaración de varios testigos, que curiosamente no supieron decir que rasgos tenía el extraño revisor, el juez encargado del accidente ordena investigar a varios jefes de estación para identificar al misterioso personaje, pero la búsqueda no da resultado, y queda archivada tras demostrar que no hubo sabotaje, por lo que el “revisor fantasma”, como rápidamente fue apodado, no tuvo nada que ver en el accidente, al menos físicamente.


NO DEBEMOS OLVIDAR

No se debe de olvidar que tras el fracaso de la invasión pirenaica de 1944, el trienio 1945-1947 fue el apogeo de la resistencia ROJA armada en España (Yo La Llamo Resistencia Terrorista YA que solo mataron gentes humildes y pobres como la mayoría de españoles), especialmente protagonizada por el PCE. La práctica guerrillera  se centró en los sabotajes de vías férreas, líneas y pequeñas centrales eléctricas o empresas mineras - la más espectacular fue la voladura de la central eléctrica de Puertomingalvo (realmente fue dañado un grupo generador de energía), Teruel, el 7 de junio de 1946-. Pero a partir de finales de 1947, el maquis comenzó a ser desarticulado mediante una política de acoso y exterminio sistemático de sus enlaces y apoyos en la población.