viernes, 17 de julio de 2020

¿ACCIDENTE? del vuelo 1008 de Dan Air, ocurrido en Tenerife (LOS RODEOS) el 25 de abril de 1980, en el cual fallecieron 146 personas




DESASTRE EN LAS LAGUNETAS
"TENERIFE"

¿MALA COMUNICACION ENTRE TORRE Y CABINA O DERRIBO INTENCIONADO? 
BOEING 727






Hoy recordamos el fatídico accidente del Boeing 727 perteneciente a la compañía aérea Británica Dan Air (ya extinta), en el monte del Diablillo en Tenerife ocurrido en la tarde del 25 de abril del año 1980, y es que el lugar sigue siendo una tumba abierta a pesar de transcurrir 37 años desde entonces.

Aprovechando el buen tiempo de éstas fechas estivales, una expedición especializada en montes y acompañadas de un perro de apoyo, han emprendido un duro y difícil recorrido hacia el lugar donde tantos años atrás fue motivo de colisión del vuelo 1008 de dicha línea aérea con destino a los Rodeos desde Manchester encontrara tan terrible final en las laderas de una colina abrupta a casi 1.700 metros de altura sobre el nivel del mar.

Los hechos, sobradamente conocidos (y según los informes emitidos por la comisión de accidentes y aviación civil), cuando el comandante de dicho avión, en una maniobra de aproximación al aeropuerto, recibe instrucciones desde la torre para que permaneciera en ruta de espera mientras aterrizaba otro aparato. Por razones no del todo esclarecidas, y al parecer por un clamoroso despiste, decide mantener otra ruta de norte a sur atravesando los montes de la Esperanza hacia las cumbres de Guimar por Las Lagunetas.






Cuando previsiblemente se dieron cuenta del error, y ante las circunstancias de esa diferente ruta, la geografía del terreno, la baja altura y la escasa visibilidad al ser un día de bruma y nubes espesas que hacían complicado visualizar la zona, a lo que hay que añadir que en aquellos tiempos los sistemas de navegación, de comunicación y localización eran bastante precarios, provocaron que el aparato, aún en una apurada maniobra de esquiva y remonte en altura, no pudieran sortear la colina que se encontraba en su frontal en trayectoria de colisión y que no podrían ver.



Lo anecdótico de esos últimos momentos es que por unos escasos 50 metros (que en navegación aérea no es nada), el avión habría sobrepasado la fatídica colina y habría accedido al valle de la zona norte de la Isla, y ganar de margen unos 1.500 metros de altura que le habrían garantizado una sobrada maniobra de retorno y aterrizaje en los rodeos seguramente sin más contratiempos. Lástima que esa tarde todo lo sucedido en la pretendida aproximación para el aterrizaje se tornó negativo para ese vuelo.


Las laderas del Diablillo en el noreste de Tenerife se cobraron se día 146 víctimas entre pasaje y tripulación, no habiendo supervivientes y quedando el aparato totalmente destrozado en incontables pedazos y restos esparcidos por una amplia zona de la ladera y la cumbre dando prueba de la tremenda colisión producida. Habría que asimilar para imaginarlo, en el resultado de estampar una jarra de cristal contra el suelo y ver como se hace añicos.








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